VPN son las siglas de Virtual Private Network (en español, red privada virtual).

Normalmente, para conectar tus dispositivos a Internet necesitas utilizar un router o módem que te conecta con tu proveedor de Internet. El módem actúa como intermediario en la conexión a la web y cada dispositivo tiene su propia dirección IP.

Cuando tienes una conexión VPN, el servidor VPN actúa como intermediario cifrando los datos para que no lleguen al proveedor de Internet. Incluso, tu dirección IP pasa a ser la del servidor VPN (lo que resguarda tus verdaderos datos).

Al conectarte a través de una VPN, tus comunicaciones, datos, ubicación y demás información se vuelve privada e inaccesible. Cualquier dato pasa por un pasillo entre tu dispositivo y el servidor de VPN. A menudo llamado «túnel», este pasillo cifra cualquier información que se envíe a través de la conexión.

Esto significa que cada vez que envías y recibes datos usando una VPN, no tienes que preocuparte por que los hackers intercepten tus comunicaciones o violen tu privacidad.